martes, 30 de junio de 2015

El efecto colibrí




Cuentan los guaraníes que una vez se declaró un enorme incendio en la selva. Todos los animales huían despavoridos.
De pronto, el jaguar vio pasar sobre su cabeza al colibrí en dirección al fuego. Le extrañó sobremanera, pero no quiso detenerse.
Al instante lo vió pasar de nuevo, esta vez en su misma dirección. Pudo observarlo ir y venir repetidas veces hasta que decidió preguntar al pajarillo, pues le pareció un comportamiento harto estrafalario.

- Qué haces, colibrí?, le preguntó.
- Voy al lago –respondió el ave- tomo agua con mi pico y la arrojo al fuego para apagarlo.
El jaguar se sonrió.
- ¿Estás loco? ¿Crees que vas a poder apagarlo?, tú solo, con tu pequeño pico?
- Bueno, respondió el colibrí, yo hago todo lo que puedo.
Y, tras decir esto, se marchó a por más agua al lago.


La idea que queremos tomar de la fábula, es que una sóla persona no puede cambiar el mundo, pero puede generar un cambio pequeño en su entorno, que sumado a muchos otros cambios pequeños, hacen una gran diferencia.
Ése es el efecto colibrí, independientemente de lo que hagan los demás, cada uno de nosotros hacer lo que está en nuestras manos para mejorar el entorno en el que vivimos.